Author Archives: axel1222

Disfruta el texto completo de Emilio del Carril “En un huerto cerca de Cedrón”.

Un hermoso trabajo de mis amigos escritores.

Rubis Camacho y Literatura

En un huerto cerca del Cedrón

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Escucho un murmullo insistente. Pregunto qué ocurre. Una anciana contesta entusiasmada: —¡Es el mesías prometido! Lo busco, no logro divisarlo. Ahora puedo ver su espalda inmensa. Se voltea y me mira. Bajo la cabeza con la certeza de que al levantarla el grupo lo habrá empujado y estará en otra parte. No puedo creerlo. ¿Me toma por otro? Debo asegurarme. La mayoría de las veces, cuando creo que alguien me saluda, resulta que no es a mí y termino por disimular la vergüenza haciendo un efusivo ademán a un ser inexistente. ¡Pero es a mí! ¿Qué hago? Me succiona a su lado, no me suelta los adentros, no tengo voluntad, empujo, doy codazos, algunos protestan, no cierro los ojos. Siento un aroma a miel. Señalándome, dice: —Eres el elegido. ¡Soy el elegido! El elegido para seguirle, para ser su sombra, parte de su aliento…

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Los números de 2014

Los duendes de las estadísticas de WordPress.com prepararon un informe sobre el año 2014 de este blog.

Aquí hay un extracto:

Un teleférico de San Francisco puede contener 60 personas. Este blog fue visto por 2.900 veces en 2014. Si el blog fue un teleférico, se necesitarían alrededor de 48 viajes para llevar tantas personas.

Haz click para ver el reporte completo.

Día de las empleadas de comedor escolar

Tempore Sede Vacante

¡Saludos, habitantes! Definitivamente, soy un bloggero un tanto anacrónico. Sin embargo, ese anacronismo ha sido traducido en buenos resultados, quizás debido la desconexión. Pero prometo trabajar algo en la página, como mínimo, una vez al mes, cuestión de que puedan pasearse entre mis algoritmos y mis creaciones.

Sin nada más al respecto en este asunto.

       Les cuento, en estas últimas semanas he estado ejecutando las visitas para obtener una experiencia clínica en una escuela pública (Pre práctica como candidato a maestro). Mi trabajo consiste en observar para luego llevar a cabo clases (desde su inicio hasta el cierre). ¿con qué me he topado ahí? Con ‘de todo’. He crecido como futuro educador y he podido retener muchas otras cosas para el proceso de enseñanza-aprendizaje. Además he podido seguir cimentando al educador que reside en mí y colaborar en el aprendizaje de múltiples estudiantes.

       Sin embargo, no todo es ‘miel sobre hojuelas’. El día de hoy me vi inmerso en una situación sumamente peculiar que amerita ser contada pues es el micro de un macro. La maestra me indica lo siguiente:

–Míster Casillas, el día de mañana (viernes) no estaremos dando clases pues es el día de las empleadas de comedor escolar.

       En ese instante, mi cara tuvo que haber valido cerca de $53.79 ante lo expresado por la maestra. Me limité a decirle:

–Ah, que lindo. Olvidaba ese pequeño detalle. Nada, pospondremos el material del viernes para el lunes.

       Era completamente consciente que volver a retomar el tema el lunes sería un poco caótico. Los estudiantes estarían cansados, no estarían del todo prestos y quizás hasta esperarían por algo diferente. Al tiempo, me preguntaba: ¿por qué rayos tienen que suspenderse las benditas clases porque las empleadas de comedor escolar no estarán? ¿Acaso no se puede hacer uno de los famosos “Mahón Day’s” y comprar pizza para todos los muchachos? ¿Acaso no se les puede enviar una carta a los padres indicándoles que se efectuaría esa “celebración” para que le envíen a sus hijos almuerzo en una loncherita (quizás hasta en una mismísima bolsa de papel como Marge le prepara a Bart y a Lisa en Los Simpsons)? Como futuro educador, privar a los estudiantes de un día de clases por que las empleadas de comedor escolar celebran su día como trabajadoras es una falta de respeto al tiempo lectivo de un calendario escolar y atenta contra la educación a la que el estudiante tiene derecho.

       Existen muchas formas creativas de resolver el asunto del almuerzo sin echar a un lado el tiempo educativo. A posteriori, consideré cómo esto afectaría a segundos y terceros. Por ejemplo, viernes (en una semana en la que el Gobierno cobró su salario) podría convertirse en un día de ausentismo rampante por padres que no deseen complicarse la vida dejando a sus hijos con encargados y por evitarse la madruga’era. En fin, son más contras que pros debido a una celebración que pudo haberse festejado de una forma menos amenazante contra el estudiante.

       Está en nosotros lograr que todo el tiempo que se invierta en la escuela sea en pro al niño, que por equis o ye razón está allí. Debemos ser leales a ese compromiso casi hipocrático (somos médicos sin juramento) de educar e invertir en la educación. Aclaro, homenajear a esas doñitas no está mal, algunas hacen una labor encomiable y hasta son nuestras cómplices a la hora de echar un poquito más en la famosa bandeja de metal, pero cuando trastoca el tiempo lectivo de aprendizaje, hay que buscar ponerle un alto. Al fin y al cabo, está en nosotros labrar las mentes del futuro.

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Educación para (ser) humanos

A medida que pasa el tiempo, más analfabetas nos volvemos. Se nos hace difícil recordar detalles simples (por ejemplo, más de diez números telefónicos. Gracias a Dios el celular nos libera el suplicio) y optamos por una educación poco vanguardista o al menos es lo que nos han inculcado.

Comienzo con la cita de Einstein pues va al tuétano de lo que postulo. Sin educación, no hay pensamiento. El País, mi país, no merece personas que aprendan algo pues aprenden hasta los perros diferentes trucos y lucen maravillosos. ¡Hay que pensar! Se necesitan personas, seres humanos que piensen, que disfruten de la educación, que amen educarse y crecer para el bien social y plural.
Quizás luzco excesivamente optimista, pero décadas atrás, luego de la industrialización, fue la educación la que nos llevó a la cima, ahora es la falta de educación la que nos ha vuelto menos humanos y carentes de cultura dejándonos en la sima.

Me preparo para ser profesor de Español a nivel universitario, pero en estos días he estado trabajando con los mapas curriculares de las escuelas públicas del País, para ver qué se le enseña a los estudiantes de K-12. Francamente, no están alineados para con los tiempos tan faltos de educación y cultura que acarreamos. Se lee poco, se escribe poco, se analiza poco, y coño, cuanta verdad hay cuando Calle 13 dice: “cuando se lee poco, se dispara mucho”.

Creo en el puertorriqueño, creo en la dureza de coraza y mollera que tiene. La educación debe de ser parte intrínseca en nuestra vida diaria. Que nunca se limite a los años de escuela en donde se colocaba material en nuestros cerebros y que vengan los próximos. Hay que educarse para la vida, para crecer, para viajar.

Reseña: “Banquete Total” de Jay Fonseca

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En 1894, el doctor Manuel Zeno Gandía publicó una de las obras de más renombre en Puerto Rico: La charca. Lilliam Moro destaca en un análisis de la obra que la forma en como los personajes y la naturaleza están construidos parece ser “la excusa para mostrar una realidad social terrible que preocupaba al autor”.

…esa masa de gente que vive como en una charca de aguas estancadas, revolviéndose en una podredumbre física y moral. No son malas personas, pero pueden llegar a serlo; pero tampoco son buenas, porque carecen de principios éticos básicos. (321)

El Banquete Total que sirve Jay Fonseca en su libro de crítica socio-política nos presenta una realidad del gobierno de Puerto Rico como en La charca: estancada y casi putrefacta. El abogado prepara el libro de una manera singular pues incluye en el prólogo un método para que el lector pueda ubicarse en una de tres categorías según sus ideologías. Así mismo, incluye un capítulo con 75 (74)  soluciones para mejorar el país.

Fonseca no utiliza el recurso de la crítica incisiva o la parcialidad en su libro. Tampoco conjuga un repertorio de personas que han cometido delitos y no han sido enjuiciados, sino que se mantiene relatando qué actos llevaron a equis persona a ejecutar equis o ye acción. De la misma forma, no utiliza un vocabulario rebuscado ni estrictamente de la judicatura, sino uno coloquial. Este se mantiene trabajando el tema si recurrir a recursos rimbombantes o extravagantes. Por ejemplo, en el capitulo: “Las casas que se quedaron por salvar”, Fonseca detalla el tan recurrente tema de los bonos del gobierno y cómo funcionan para que todos puedan comprenderlo.

En referencia directa al libro, hagamos esta analogía. Digamos que tenemos ante nosotros un salón espectacular con guirnaldas y serpentinas, a esto sumémosle buena música de fondo. La fiesta grita lujo y ostentaría. En el centro, cual Última Cena de Da Vinci, una mesa de buffet repleta de comida y vino caro. Sin embargo, las mesas que se ubican alrededor de la mesa central larga son las que resultan interesantes en esta escena pues además de no caber ni un alma en esas sillas, todas tienen un acceso incuestionable a la comida puesta en la mesa del buffet. Tiran la mano, dan una mordida y el resto lo guardan en una bolsita Ziploc sin que nadie se entere. Contrastándolo con lo que menciona Fonseca en sus libros, lo que hacen estas personas no es ilegal “pero se ve bieeeen feo”. Afuera, centenares de personas, como si fuera una venta del madrugador, están apostados frente a la puerta esperando la oportunidad de aprovechar las sobras de esos manjares y también tienen su bolsita pues hay que guardar para el día de mañana. Cabe mencionar que los organizadores de esta fiesta dejaron de pagar la luz, el agua, el teléfono, el gas, los préstamos, el cable, las contribuciones y hasta lo inimaginable.

De este festín de agua estancada como en La charca de Zeno Gandía, Jay Fonseca nos habla en su libro, pero con nombres y puestos de esos anfitriones y maestros del truco.  Se cuece una podredumbre única, el agua estancada de los alrededores exclama hediondez. Sin embargo, los anfitriones de la fiesta se encargan de colocar aceites aromáticos disfrazados como reformas en los alrededores para que los que están unas casas más abajo no se enteren lo que ocurre. Fonseca, sutilmente, se ha encargado de diluir esos aceites para que todos se enteren de la pestilencia y que el Banquete Total suene la campana y llegue a su fin. 

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Vivir

Aquí estoy, en la mesa de comedor de mi casa regalándoles un poco sobre lo que me gusta, aunque es 99% seguro que ya no esté en la mesa cuando lo lean. Habitantes, les confieso que sentí nervios al abrir este hogar cibernético que viene a ser un refugio. Sin embargo, sus comentarios, sus ‘retweets’ y su apoyo me ha hecho apreciarlo más.  Ha sido un año excelente, académica, profesional y personalmente. He crecido, también lo confieso, y con esto, muchísimas cosas han crecido a mi alrededor.

Este año, mi perspectiva de la vida ha transmutado y creo que en esas transmutaciones inherentes del ser humano, le he dado espacio a muchísimas citas. ¿Por qué me gustan tanto las citas? Es que este año las he aprendido a ver como las partes más ínfimas de una lectura. La intertextualidad que cargan y las historias que pueden desembocar de estas son astronómicas. Planifico adornar mi cuarto con citas. Incluso, podría pedir ser enterrado con miles de citas, es que casi imagino este acto en un mundo utópico. Las citas nos hacen reflexionar sobre la vida, sobre el acto de vivir.

No planifico ser un Coelho (jamás) de la vida, pero deseo vivir, aprender a vivir. Es por eso, que siempre andaré con citas increíbles en una libretita que me regalaron de cumpleaños. Las aventuras literarias son las aventuras que la vida debe ejecutar. Hay que vivir a lo Chaplin, hay que enamorar con citas, y tatuarlas con tinta indeleble en nuestras espaldas.

Disfruten de este repertorio.

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Estas citas vienen del blog de una colega tuitera: http://magaliteraria.tumblr.com

Las buenas acciones

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¡Saludos, habitantes! Ya terminé las clases de este primer semestre de mi cuarto año universitario, solo me faltan un par de exámenes finales. Sí que fue un reto este semestre, pero pronto veré sus frutos. La siguiente publicación consta de un relato personal de una experiencia que me gustaría compartir con ustedes. No pretendo adherirme ínfulas de Coelho (jamás las quisiera) ni mucho menos profesar sobre la vida, pero considero que necesitamos cometer buenas acciones para lograr sonrisas. 

***

martes, 4 de diciembre de 2013

7:10 p. m. aproximadamente

Hacía una noche bastante fresca pues el aire navideño cayeyano se dispersaba sin temor alguno. Me dirijo a un puesto de comida rápida a ordenar un café pues oficialmente había acabado las clases en la Universidad. Para mi desgracia, el puesto estaba cerrando aunque logré convencer a la cajera que me dejara ordenar un café. Justo antes de atenderme, se personó junto a mi una señora, de unos cincuenta años que usaba un abrigo largo color rosado oscuro.

—Yo quiero un café —le pidió la señora a la cajera.

Con un aire de superioridad por haber llegado primero, le comenté en tono jocoso.

—Discúlpeme, pero yo también deseo un café y llegué primero.

Ella se echó una risotada.

—Pues yo espero que haya café para los dos —le dijo a la cajera. Esta de inmediato comenzó a prepararlos.

—Creo que da para los dos —comenté.

—¡¿Ajá?! Pues yo creo que deberías pagármelo.

Me quedé asombrado y pensé: “Esta doña tiene pantalones”.

—¿Un café? —me preguntó la cajera.

Me dispuse a mirar a la señora y algo me dijo que lo hiciera. Miré el reloj y exploré la fecha: 4 de diciembre. Acto seguido, me vino a la mente un anuncio sumamente peculiar de Coca Cola en donde personas alrededor del mundo comenten buenas acciones sin esperar nada a cambio. Yo nunca lo había hecho y me arriesgué a cometer una también.

—Sabe qué, le voy a pagar el café. Usted se lo merece, además de que es Navidad y hay que hacer buenas acciones —le dije serenamente y con un poco de emoción (no lo niego).

—¡Ay! Gracias. ¿Tú eres de aquí?

Y por ahí siguió nuestra conversación…

***

Me gustaría dejarlos con esta conclusión: Si 20,000 Axel’s en el mundo hubieran cometido esa misma acción en ese momento, se hubiesen generado 40,000 sonrisas de satisfacción por una buena acción. ¿Te atreves a ejecutar una acción parecida? 

“Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca” – Jorge Luis Borges

A los escritores nos acusan de ser solitarios, raros, eclécticos, rimbombantes, ingeniosos, brillantes, genios, tontos (entre otros adjetivos). Es por eso que quizás recurrimos a un lugar que llaman biblioteca a canalizar toda esa ensarta de palabras con las que nos condecoran. Gracias a lugares como este, muchos nos encontramos, como una reminiscencia. Ahora, hay bibliotecas y hay bibliotecas; dedicaré esta publicación en destacar las siete más impresionantes a través del mundo.

1. Salt Lake City Library (Utah, EE.UU)

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2. Biblioteca de la Universidad de Yale (New Heaven, Connecticut, EE.UU)

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3. Biblioteca de la Abadía de Wiblingen (Ulm, Alemania)

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4. Biblioteca del Parlamento (Ottawa, Canadá)

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5. Biblioteca Halmstad (Halmstad, Suecia)

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6. Real Gabinete Português de Leitura (Río De Janeiro, Brasil)

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7. Salón Teológico Strahov (Praga, República Checa)

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Festival de la Palabra, la fiesta magna de la literatura en Puerto Rico

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Me atrevo a hablar en primera persona pues relataré mi experiencia como escritor durante El Festival de la Palabra. ¿Qué es el Festival? Para muchos, una fiesta de escritores hablando de sus cosas, para mi, la fiesta magna de la literatura, esta reunión que tanto uno anhela para la convergencia y la matización de ideas. Era como nadar en refrescante tinta luego de andar sofocado pues estábamos allí por una idea singular: la literatura. El Festival de la Palabra logró la participación de muchísimos escritores locales e internacionales (más de ochenta) y sirvió como cede para galardonar a Juan López Bauzá con el Premio Las Américas por su obra “Barataria” y Janette Becerra con el Premio Nuevas Voces. 

Incentivar las letras es plantar educación, autodidaxia, amor a la literatura, deseo de progreso, expansión de conocimiento y viajar gratis. Aunque esta era la tercera edición del Festival, era la primera vez que asistía y confieso que me llegaron al fondo las diferentes conferencias a las que asistí. 

Borges dijo: “Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca” y es por eso que me atrevo a decir que con la biblioteca improvisada que disfruté en el Festival, visité el Paraíso dantesco.

ImagenCon la excelentísima y bien premiada escritora Awilda Cáez

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Mesa redonda (rectangular) con Magali García Ramis, Carmen Dolores Hernández, Janette Becerra y Pedro Cabiya

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Junto a la escritora Mayra Santos-Febres

Síntesis de un escritor

Síntesis de un escritor

Definitivamente esta fotografía de Amaranta (compañera bloguera, exprofesora y ahora compañera de aventuras literarias) recoge lo que intento ser y lo que siento que me define: la literatura. Mi alma es un pergamino arrugado pringado de tinta indeleble.